sábado, 2 de junio de 2018

En tránsito permanente (2ª Parte)









(Continua de la semana anterior…)


4…Ab4  5. d3 d6  6. H3 0-0  7. Ae2 Ce7  8. 0-0 c6  9. a3…  Pasadas las dudas iniciales las fichas negras parecen haber decidido su estrategia.

Sobre este terreno ajedrezado se disputa una singular partida, que comenzó hace ya algunos años, en ella, Róbur (Rey de Negras) ha logrado enrocarse en la sólida atalaya defensiva del siglo XII, desde donde ha respondido con recelosa cautela a cada movimiento de su oponente. Reconociendo que en esta última confrontación los movimientos iniciales le habían sorprendido, pues fueron efectistas y atrevidos, mas no lo suficiente para sacar una ventaja sustancial a un consumado estratega, acostumbrado a muy diferentes planteamientos y estratagemas en los ataques. Se siente seguro, con el río a sus espaldas; entre las torres y muros, que aunque heridos, han aguantado con gallardía el envite permanente de sitiadores y temporales a través de los siglos; y sus alfiles, caballeros y peones han resistido firmes en la mayor parte de sus cuadriláteras casillas, son los medianos y pequeños propietarios de los irregulares y más longevos viñedos. Se concentran alrededor del castillo, laboran con mimo, con el conocimiento adquirido durante años, cada una de las cepas, recuerdan sus achaques y vicisitudes…    

9... Axc3  10. bxc3 Cg6  11. Te1 Te8  12. Af1 Ad7 13. Db3 Dc8  14. Tb1 b6  15. Rh2 h6  16. g3 Dc7  17. Ag2 Ae6   La posición defensiva de las negras es más estable, por contra las blancas han perdido el atrevido ímpetu inicial.

Cohesionados entorno a Ariadna (Dama Negra), han logrado mantener posiciones, evitando la pérdida del territorio central y manteniendo, con ello, el control de una parte básica de los movimientos. Ella conocedora de sus capacidades, son los garantes de la calidad, y de la fuerza de sus argumentaciones transita  por el espacio ajedrezado sin reservas, consciente de su valía, expone en los diferentes frentes y ámbitos hasta rozar los límites que marca la precaución. Debe convencer en sus avances y consolidar en sus repliegues: mantener la calidad de los frutos que producen sus viñedos, asegurándose que las viejas plantaciones estén satisfechas y orgullosas de la insustituible riqueza de sus menores cosechas; preservar la calidad del paisaje, garantizando la continuidad en el mismo de todos sus elementos, desde los más relevantes hasta los que casi siempre pasan desapercibidos, así como la espectacularidad de sus permanentes cambios estacionales; y debe, en definitiva, aumentar la calidad de vida de los propietarios, de los paisanos, de los jornaleros,… las orquídeas, amapolas y abejarucos,…  de las ocultas currucas capirotadas.

Robur y Ariadna, tradición y calidad, deciden, llegado el momento, el sacrificio de una determinada plaza (ellos dirigen los movimientos de las figuras negras) o prescindir de los servicios de algunos de sus colaboradores… Conocen el sensible equilibrio de sus posiciones: necesidad de hacer rentables las explotaciones, la desigual conciencia medioambiental de sus partidarios, su reticencia a los cambios. Saben que el futuro de todos pasa, y no tienen dudas, por no perder la partida. 
   



  
18. Cd2 Tad8  19. a4 d5  20. a5 dxc4  21. axb6 axb6  22. dxc4…   El Rey negro no acaba de  entender el juego  blanco, en el último movimiento deberían haber buscado el empate al final, con otros movimientos,…22…Cd7, pues la posición estratégica de las negras es mejor, ya que los peones doblados no tienen compensación adecuada.

Midas y Pradia, habían puesto sus ojos en el Caserón de los Frailes, plantado  con descaro al borde del cantil, que desciende treinta metros en pendiente vertical hasta la vía del ferrocarril, sin apenas mediar espacio, para volver a descender un segundo tramo de igual pendiente y profundidad hasta la orilla misma del Ebro, era perfecta para ejercer el control de aquel disputado territorio. La vista se sentía dueña de un gran espacio, y a ellos (Rey y Dama de blancas) les gustaba sentir su dominio. Desde el indiscreto mirador, el terreno ajedrezado no es tan evidente como la visión que tienen desde el castillo, las parcelas son ahora  extensas y regulares, como la Gran Viña, ocupadas por plantaciones jóvenes, de perfecto desarrollo, con los talles dirigidos desde los primeros estirones. El edificio del siglo XVIII, resultaba magnífico por su ubicación, no respondía, sin embargo, a la imagen que ellos querían difundir, por ello están ya pensando en un llamativo proyecto de transformación arquitectónica, que compatibilizase pasado y vanguardia, y busca crear espectáculo en el aquel fastuoso escenario paisajístico. Esa era la imagen que querían proyectar: grandes espacios de producción vitivinícola donde un aire diáfano de riqueza y modernidad lo impregnase todo.
  
23. Af1 Ce7  24. Dc2 Cc8  25. Cb3 c5  26. Ae3 Cd6… ¿Hacia dónde apunta el juego de las figuras blancas?       

Cuentan para dar a conocer sus ideas y proyectos, los conocimientos que tienen de marketing y el respaldo de una embajadora de gran experiencia y numerosos contactos, la N-232, vía de comunicación de primer orden, en tránsito permanente e íntimamente unida a la Casona de los frailes.



Y con estos pensamientos todavía frescos, una nueva idea ha iniciado su entrada al andén de sus cabezas: integrar en sus planes al ferrocarril que languidece a  sus pies, y cuyo recorrido atraviesa el corazón de este territorio. Presentándolo como transporte alternativo de alto valor ecológico y con un interesante potencial turístico en todo su recorrido riojano, lograrán así, reforzar la imagen de llevar a cabo un desarrollo compatible con el medioambiente. Aconsejados en su estrategia, Midas y  Pradia, por un eficiente equipo de diseñadores y estrategas, no dan un paso sino lo marca el guion establecido, solo los fenómenos atmosféricos se escapan de su control. Destacadas bodegas, propietarias a su vez de las grandes parcelas de viñedo, conocedoras de su gran potencial económico y su fuerte implantación social y cultural, se afanan en esta  discutida y discutible partida de ajedrez como afamadas figuras. Sus capataces organizan y mueven, según el plan, la maquinaria y las obedientes cuadrillas a lo largo y ancho de las grandes fincas, los peones que mal entienden, muchos de ellos, las ordenes de los capataces, que desconocen las atenciones que las cepas requieren, no en vano algunos se han encontrado con ellas por primera vez, llevan a cabo las labores, sino con el mimo y el conocimiento de los pequeños propietarios, si con eficiencia.    

27. Cd2 Ta8  28. Ta1 f6  29. Ta2 Txa2  30. Dxa2 Cb8  31. f4…Han visto en la ofensiva en el ala Rey la única posibilidad de contraataque y la buscan. El tiempo apremia para los dos contendientes y no pueden esperar más.

Controlan la producción y mercado vitivinícola y son los principales impulsores del auge experimentado por la llamada “Cultura del vino” con ideas nuevas y sólidos conocimientos,  actuaciones y propuestas brillantes, y acompañado todo ello de grandes inversiones, que han puesto al alcance del ciudadano una nueva y atractiva visión de esta tierra y su producto estrella, el vino. No tienen dudas, el futuro pasa por sacar adelante sus posiciones… Ellos no van a perder la partida,… ahora bien,… ¿Pueden ganarla…?





El sol dominó finalmente el espacio celeste, había logrado desplazar los nubarrones tormentosos, que descargaban su casi siempre discutida mercancía, en las tierras próximas, y superó los altos muros del castillo y uno de sus cubos semicirculares, llegó hasta el lugar donde estaba sentado y disfrutaba de aquel vital territorio en tránsito permanente. El calor en el rostro me saco del ensimismamiento en que estaba sumido, intentaba imaginar el desenlace de la partida que se desarrollaba en el imaginario espacio ajedrezado. La actividad  había regresado de nuevo a los caminos y los plantíos, y me vinieron a la cabeza las palabras de Honorato, un maduro  agricultor con el que hablé en su viña, el otoño anterior: “… con la primavera escardar o espergurar, azufrar, quitar malas hierbas, sulfatar,… comenzamos  a desnietar, otra vez azufrar,… mirar al cielo y esperar que no vuelva a helar y, además, que no llueva más; llegado el verano a desnietar, azufrar, a renegar por tener que descargar los incipientes racimos,… y se vuelve a mirar al cielo, ahora para pedir que llueva más… o levantar el puño bien alto y jurar, porque el pedrisco ya comenzó a vendimiar y el seguro no sabemos si pagará;…”

31… Cc6  32. f5 Af7  33. g4 Ca5  34. h4 Rf8  El Rey de negras comienza un desplazamiento hacia el centro por el despliegue por el ala llevado a cabo por blancas, esa posición es más segura.
   
Volvía el pensamiento a la imaginada aunque verosímil partida, seguía los movimientos y estrategias de Robur y Ariadna que buscan fortalecer sus posiciones. Formalizar una alianza con el Ebro podía resultar factible y beneficioso para ambos: las viñas se desarrollan e integran de manera idónea en el delicado ecosistema ribereño y sus frutos podrían lucir el marchamo de “producto natural” como resultado de la perfecta simbiosis entre el Río y las cepas; este a su vez, encontraría en ellos a sus principales valedores,  garantizando la conservación de los diferentes hábitats y la rica biodiversidad que en ellos se desarrolla, y lo revalorizaría como corredor verde, como autopista de tránsito y comunicación para la fauna de los  diferentes espacios naturales que atraviesa, en su necesidad de colonización de nuevos  territorios y de regeneración genética de las diferentes especies. Las pretensiones son ambiciosas.




35. G5 hxg5  36. hxg5 Re7  37. Rg1 Th8  Las negras buscan posiciones favorables en todos los frentes, lo cual puede ser un error. No es nuevo, que las prisas son malas consejeras.
   
“... en el otoño, pedir que no llueva ya, y a vendimiar los abuelos, padres y hermanos, tíos, primos y chiquillos,…  tractores y tractorcillos seguidos de remolques y remolquillos sobrados de viuras, gracianos, mazuelos, garnachas y tempranillos, marchan a la bodega,… y a esperar: a saber qué grado va a dar, como va a fermentar, que calidad se obtendrá,… a cuanto la van a pagar;…”

38. Af2 Th5  Error de negras.  39. Cf3 Dc6  40. Dc2… Error de blancas. 40…Axc4  Negras devuelven el error, pues 40…Cxf5, era un movimiento ganador.

… y cuando llegue el invierno solo nos queda podar, abonar y labrar,… y si todo se abriga con manto de nieve, es hora de descansar, hasta que la primavera, otra vez, comience su despertar.” (He intentado transcribir, sobre todo en pausas y silencios, lo dicho, sobre los afanes de la viña, por aquel viticultor amante de la palabra y el juego de las palabras, con la mayor fidelidad posible). Una actividad incesante se veía o intuía en todos los rincones del territorio ajedrezado.

41. Ag2… Cf7  42. Dd1 Ab3  La partida está avanzada, las posiciones de ambos contendientes,  aunque en cambio continuo, procuran no dar ventajas. El tiempo, que apremia, es ahora un mal compañero.

También entre los almendros y en los perdidos se sentía el movimiento, unas veces tácito y visible: el abejaruco abandona la rama seca que le sirve de oteadero y, con vuelo raseado sobre el perdido y dos elegantes cabriolas, captura un goloso abejorro que libaba obcecado entre la abundante floración, para colarse seguido en otro agujero sin telarañas, de otro ribazo con agujeros; dos escribanos cerillos, elegantes y con atrevidos antifaces, llevan a cabo vuelos cortos, se posan en la punta de los arbustos, y todo para ser vistos, no pasar desapercibidos es ahora fundamental, su reiterado trino lo confirma,… Otras veces, el movimiento se intuía oculto, velado: saltamontes y chicharras que ponen en marcha su monótona orquestina; hierbas que se movilizan sin viento, se para, mira,… y sigue, sigue, mira,… se para,… la invisible, la inquietante comadreja siempre está de caza; la lagartija que sesteaba en la losa caliente, a la vez que cazaba,  tomando el calor que a su sangre le falta, se precipita a su escondrijo para evitar ser cazada; sospecho la presencia de la perdiz achantada en el suelo de herbazal, trasmitiendo el calor de su emplumada pechera a diez o doce huevos, muy juntos  y acomodados en un leve rebaje del suelo tapizado con hierba fina y suave plumón, y mientras su pareja se ha encaramado, vigilante, sobre el tapial de piedra que delimita la viña próxima al perdido donde posiblemente se ubique el nido. Cuantas especies de fauna y flora posibilitan los desvalorizados espacios yecos y los ribazos. 



43. Cxe5 Axd1  44. Cxc6+ Cxc6  45. Txd1 Cxg5  46. Tb1 Txh3  47. Axh3 Txh3  Con los últimos y rápidos movimientos el tablero de ajedrez ha quedado muy despejado y poco definido.  48. Txb6 Rd6  49. Rg2 Txc3  Tras ello, negras ofrecen tablas. 

¿Cómo sino, podía terminar la intensa partida que se jugaba en el terreno ajedrezado? Nadie podía ganar, nadie debía ganar, sino hubiera sido a costa de perder ambos contendientes. La tradición y la calidad, ideas motrices de las figuras encabezadas por Robur y Ariadna, no hubieran podido sobrevivir, en caso de victoria, en el actual panorama de economía globalizada, donde la rentabilidad de las formas de producción y donde la modernidad y el marketing comercial, son las claves del nuevo mercado. Pero tampoco si hubieran sido Midas y Pradia  los ganadores, si la productividad y la modernidad hubieran impuesto sus criterios, podrían obviar el hecho, cada vez más exigido, que la impronta que da carácter a sus caldos, que el alma de sus diferentes vinos, únicamente se la pueden dar esas viñas adustas, retorcidas y arrugadas,… especiales, los medianos y pequeños planteles que constituyen el núcleo principal del territorio de las figuras negras.

Probablemente, solo si las uvas  y los vinos de unos y otros logran una equilibrada conjunción de intereses, será posible crear nuevas fantasías oníricas… que nos recreen la vista con vivos colores rojo rubí,…con ligeros matices teja, e irisaciones en tonos guinda;  que sus aromas, de lenta ascensión en la copa, primero los afrutados a frambuesa y arándanos del bosque,… para seguir después estimulantes olores a cacao y vainilla en la lejanía, que nos transporten en vaporosas ensoñaciones de los frescos parajes montanos a sensuales brisas marítimas; que nos inviten a disfrutar en la boca de su sedosa y aterciopelada textura,… de su serena personalidad que perdura en el paladar… Solo, y solo entonces, podrán  encarar el futuro con esperanza.

Un paisaje en tránsito permanente, se extendía a los pies del Castillo, llegando hasta el Caserón de los frailes,… entre el Ebro y la N-232. Este paisaje y el movimiento; el movimiento y el cambio; el cambio y el color, el cambio de color de las viñas, de los yecos, de los sotos del río; el color y las estaciones, el color de las estaciones,… inviernos de blanco y pardos, los verdes de primavera, veranos de verdes viejos y en el otoño…, en el otoño no falta ningún color; las estaciones y el movimiento, siempre matiza este paisaje el movimiento en los caminos, plantíos y perdidos, en el mal aprovechado ferrocarril y en la sobre ocupada nacional,… y en el Ebro.




El Río, el adorado y maldito río, querido y denostado a lo largo de la historia, fue garante del progreso, y comienza en la actualidad a ser devorado por él. El Ebro es quizás el único elemento de cohesión y permanencia de este espacio: el modelador morfológico del territorio, un regulador singular de su especial microclima, y su arteria principal, con flujos variables y en tránsito permanente: con juglares, bufones, duendes y mensajeros,… río arriba,… y río abajo; garzas, ánades, cormoranes,… zorros, ginetas, visones,…  río arriba,… y río abajo; lucios, cangrejos señal, mejillones cebra,… río arriba.

Descendí de la siempre presente, altiva, y aparentemente ninguneada,  fortaleza de Davalillo y por nuevos caminos volví a la olvidada estación de ferrocarril donde inicié el ajetreado recorrido. Aun tuve ocasión de cambiar impresiones con Julián, que sin dejar de esparrillar  contesto pacientemente, con pocas palabras, a las distintas preguntas que le hice, me confirmó que las ruinas cercanas pertenecían a la antaño frecuentada Ermita de San Juan, y también me contó: “…se había oído, que en la casona deshabitada… – cercana a los restos de la ermita, entre viñas, con ensoñadoras vistas hacia el castillo y desde donde se escuchaba permanentemente el murmullo del río – …querían hacer un pequeño hotel, muy caro,… pero los socios no se pusieron de acuerdo… – añadiendo – …el dinero no se casa con nadie,  no es amigo de aventuras…” Acabamos por hablar de las abundantes  lluvias del invierno y la primavera, e hizo hincapié: “… mira, este año… – señalando la parte alta de la finca, próxima al ribazo –…con agua abundante salen ventriles...” Tras una corta despedida, sobria de gestos y parca en palabras, retomó su faena, solo detenida en cortos intervalos para apoyar con las manos sus explicaciones;  y yo, de vuelta al camino, traía de nuevo a la cabeza, para evitar el olvido, la palabra ventriles, así había llamado Julián a los  numerosos manantiales que se rezumaban, en las estaciones ricas en agua, por los terrenos costeros o en desniveles, y de igual modo esparrillar, que fue su respuesta cuando le pregunte sobre la tarea que llevaba a cabo, que se correspondía con la labor de espergurar o escardar, según la nombran en otros lugares.



La vista se perdía en el equilibrado territorio ajedrezado, se iba al ritmo sereno de las aguas del Ebro, se amilanaba ante el orgulloso porte  del ya lejano Castillo y el ahora cercano Caserón de los Frailes, se deleitaba con el esbelto alzado ojival de dos lejanos guardaviñas…  Otra joya para guardar en tu Cofre para Paisajes. Estaba de vuelta, en la dormida estación de ferrocarril.      




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