Por San Juan el agua no discurre ya por los barrancos, solo hondonadas
y pozas modeladas en el cauce son ahora reservorios del líquido vital, y fluye
exiguo en los manantiales que irrigan los paisajes que rodean Villarroya.
Tierras acostumbradas a recrear infinitas formas de vida con los escasos
recursos acuosos de que disponen, que nos brindan, pues son agradecidas,
paraísos de biodiversidad cuando llueve, como recalcan los versos de Octavio
Paz
(1)
“Tierra de labios, boca
donde un infierno agónico jadea,
labios en donde el cielo llueve
y el agua canta y nacen paraísos.”
Estos primeros días de verano “el viajero” se adentrará, y será
apasionado cicerone, en un bosque viejo de encinas que conoce bien, y sabe que
hoy, de madrugada, lleva puestas galas de fiesta. Sus pasos callados,
silenciados en los suelos arenosos, borrachos todavía por las aguas impacientes
de la tormenta nocturna, visitarán rincones que despiertan en él sensaciones
intensas.
Por San Juan el agua no discurre ya por los barrancos, solo hondonadas
y pozas modeladas en el cauce son ahora reservorios del líquido vital, y fluye
exiguo en los manantiales que irrigan los paisajes que rodean Villarroya.
Tierras acostumbradas a recrear infinitas formas de vida con los escasos
recursos acuosos de que disponen, que nos brindan, pues son agradecidas,
paraísos de biodiversidad cuando llueve, como recalcan los versos de Octavio
Paz
(1)
(1)
“Tierra de labios, boca
donde un infierno agónico jadea,
labios en donde el cielo llueve
y el agua canta y nacen paraísos.”
Estos primeros días de verano “el viajero” se adentrará, y será apasionado cicerone, en un bosque viejo de encinas que conoce bien, y sabe que hoy, de madrugada, lleva puestas galas de fiesta. Sus pasos callados, silenciados en los suelos arenosos, borrachos todavía por las aguas impacientes de la tormenta nocturna, visitarán rincones que despiertan en él sensaciones intensas.
Al salir de Villarroya por el camino de las bodegas (cuatro corrales con cuevas reconvertidas a tales) constató que, a pesar de sentir la tierra todavía amorosa en estas primeras horas del amanecer o de ver como jugaban las nubes bajas, que pretendían simular nieblas, a “tres navíos en el mar…” entre las conspiradoras encinas del “Carrascal”, el ambiente húmedo, quieto y la temperatura suave presagiaban que el bochorno se instalaría, con toda su cachaza en las horas próximas. Con esa idea en la cabeza y paso garboso, la visión del “espliego” (2) envaretado, muy abundante en el término del “Espliegal”, le puso contento, las aguas caídas eran suficientes para pensar que la floración podía estar asegurada, y sus colmenas, tiene media docena “el caminante” pues le resulta atractivo y aleccionador el mundo de las abejas, lo aprovecharán,… si una tormenta rabiosa de agosto no lo “asusta”, como diría otro apicultor experimentado del lugar,… que suele pasar. Con golosos pensamientos llega al “Juncal”, allí siempre se retenía el agua, una beta de tierra arcillosa lo facilita, y crecían juncos (era sencilla y lógica la terminología del territorio), había ranas, culebras de agua, libélulas,… y todo tipo de aves y animales acudían a refrescar allí sus gaznates en el estío. En la actualidad una pequeña obra para asentar y garantizar el camino hace de presa y mantiene esta balsilla durante un periodo más largo de tiempo… Si eres paciente y te vuelves cañaveral, observaras la vitalidad de estos pequeños oasis, incluso sentirás la vecindad de la poco afamada, pero simpática, rata de agua o el caminar casi milagrero de la polla de agua… Si, si, aquí,… tan alejados de grandes espacios húmedos. Es una pena que no tengamos un mayor cuidado de este elemento tan especial del paisaje.
Jaras, cantuesos, gayubas,... en el bajo monte del encinar
Ha necesitado poco tiempo, puesto en marcha, para llegar a una de las
entradas que dan acceso a la espesura boscosa de este encinar cansado. Antaño, le
cuenta su padre “al caminante”, completamente adehesado, por el pastoreo de
los rebaños de cabras y ovejas chamaritas. Así lo certifican los numerosos
corrales, en ruina la mayoría, que aparecen como pergaminos ajados en los
claros del bosque o semiocultos entre los rebrotes de encinas y matorral que la
ausencia casi total de ganado que los ramonee posibilita. Legajos cuya lectura, todavía posible, permitiría reconstruir la historia del “Carrascal” de Villarroya. Con los
corrales llenos de cabras y chamaritas, en tiempos de los mayores, se mantenía
el bajo bosque sin romeros, estepas o jaras, entre otros arbustos y con ello se
garantizaba el pasto fresco de primavera entre las grandes encinas, que a su
vez daban madera para la construcción y leña para el abrigo, sombra y ramones
tiernos para el ganado y gavillas, que una vez secas se vendían en Arnedo,
igual que las bellotas. Cada una de estas paredes derrotadas cuenta sus
historias de sueños y ambiciones, cada cueva de corral es conocedora de
envidias y amoríos… Tantas y tantas historias ocultas en la boscosidad paciente
de las jóvenes carrascas o desparecidas, muertas como las viejas encinas, ellas
víctimas de la “seca” (3) y los sentimientos de los pastores villarroyanos del olvido.
Jaras, cantuesos, gayubas,... en el bajo monte del encinar
Ha necesitado poco tiempo, puesto en marcha, para llegar a una de las
entradas que dan acceso a la espesura boscosa de este encinar cansado. Antaño, le
cuenta su padre “al caminante”, completamente adehesado, por el pastoreo de
los rebaños de cabras y ovejas chamaritas. Así lo certifican los numerosos
corrales, en ruina la mayoría, que aparecen como pergaminos ajados en los
claros del bosque o semiocultos entre los rebrotes de encinas y matorral que la
ausencia casi total de ganado que los ramonee posibilita. Legajos cuya lectura, todavía posible, permitiría reconstruir la historia del “Carrascal” de Villarroya. Con los
corrales llenos de cabras y chamaritas, en tiempos de los mayores, se mantenía
el bajo bosque sin romeros, estepas o jaras, entre otros arbustos y con ello se
garantizaba el pasto fresco de primavera entre las grandes encinas, que a su
vez daban madera para la construcción y leña para el abrigo, sombra y ramones
tiernos para el ganado y gavillas, que una vez secas se vendían en Arnedo,
igual que las bellotas. Cada una de estas paredes derrotadas cuenta sus
historias de sueños y ambiciones, cada cueva de corral es conocedora de
envidias y amoríos… Tantas y tantas historias ocultas en la boscosidad paciente
de las jóvenes carrascas o desparecidas, muertas como las viejas encinas, ellas
víctimas de la “seca” (3) y los sentimientos de los pastores villarroyanos del olvido.
Corrales abandonados en un claro del encinar
Abandona los amplios caminos que cuadriculan este bosque plano, de fácil
despiste en días de niebla cerrada o de mirada ofuscada en el suelo,
obsesionada en la búsqueda de los deseados frutos micológicos que este encinar
propicia con aguas generosas, incluso rabiosas. Hasta cincuenta y dos especies
de setas ha clasificado y fotografiado “el viajero” en una jornada con amigos
que saben de estos menesteres y perderse con ellos en el fragor de este monte
con magia es una delicia. Pero no es el
día, hoy se adentra cauto en el paisaje, se mimetiza entre los “rosajos” (jaras de flor rosa), las
jaras (las de flor blanca, hasta cuatro variedades diferentes), mejoranas o cantuesos,
que son al comenzar este verano las golmajerías y supermercados para todo tipo
de insectos, con sus gustos y especializaciones, como fueron en días
primaverales los romeros, tomillos o las gayubas, por ello los villarroyanos,
diestros en el manejo de las abejas, como les reconocía Pascual Madoz (4),
aprovecharon las paredes arenosas y
verticales de las yasas, venas del bosque, para excavar cuevas y construir en
ellas colmenares muy singulares, que “el viajero” daba a conocer hace algunos
años en la revista Piedra del Rayo (5), y lo señalaba también el Catastro del
Marqués de la Ensenada (6).
Tampoco se detiene en los colmenares, el tiempo apremia, el bochorno
se hace cada vez más evidente y antes debe participar en alguna de las
asambleas de “Ents” (7) del “Carrascal” de Villarroya. Seguro que recordáis estos personajes… Fueron
protagonistas destacados de la segunda parte de una famosa trilogía
cinematográfica reciente…Y hacía años que los
conocíamos los amantes de la literatura de J.R.R.Tolkien (8)… Exacto
estoy hablando de los “Pastores de árboles” que aparecen en el “Señor de los anillos”… No. No creas que
son fantasías, “el viajero” se encamina a una de esas reuniones, frecuentes en este
bosque. No os puedo señalar en el mapa del recorrido los puntos asamblearios,
pues aunque visibles,… no es sencillo participar
en ellas, pues poder asistir requiere un esfuerzo de tu parte,… debes
transformarte en bosque,…sentirte bosque… No somos tan diferentes… Y no lo
dudes, entonces ellos saldrán a tu encuentro,… te costará diferenciarlos de las
encinas más longevas, pero los reconocerás son especiales, en grupo, entablan
interminables debates con parrafadas infinitas y concienzudas que deberás
descifrar, y en solitario, declaman profundos soliloquios que te removerán la
sabia.
Encina o Entz, es el anciano del territorio
Si te paras a escuchar, podrás pensar que estos gigantones arrugados,
multibraquiales, estáticos y adormilados no te hacen caso,… seguramente no
mucho, pero al cabo de un rato de observación serena, sin prisas, sin
pretensiones,… de mirar con detalle sus torsos labrados, esculpidos, heridos
por el tiempo, el rayo o el hombre, acabarás por escuchar sus voces únicas e
incomparables. Diferenciarás con claridad sus controvertidos pensamientos
acerca de su vecindad con los humanos: su incomprensión por el transito
irresponsable y ruidoso con todo tipo de vehículos (a pesar de las prohibiciones)
por este santuario de la Natura; el abandono de residuos dañinos o feos,… precisamente cuando el bosque se
muestra más generoso; el olvido por parte de los humanos de un pastoreo
racional y sostenible del mismo o de la benéfica apicultura… Te sumirás en una
agradable ensoñación por sus melancólicas melodías, que ahora resuenan con
nitidez en tu cabeza, sobre sus leyendas y pasiones que los “Ents” tararean nostálgicos… ¡Como se
nos parecen,…y como los necesitamos…!
Tonos del encinar a comienzos del verano
¡¡Que pesadas comienzan a estar
las moscas…! Son las diez de la mañana y “el caminante”, en verano, abandona
sus ejercicios espirituales en el encinar, y marcha, garboso otra vez, de regreso a
Villarroya. Quiere buscar en la frescura
del patio las palabras que te motiven, si tú quieres, para emboscarte en este
espacio, más próximo al milenio que al centenario, y asistir a una asamblea de “Ents” en “Carrascal” de Villarroya.
Busca durante el recorrido las asambleas de "Entzs", son frecuentes en el "Carrascal" de Villarroya
Notas aclaratorias:
(1)
Estrofa
del poema “Noche de Verano” de
Octavio Paz. Escritor mejicano (1914-1998). Junto a Pablo Neruda y César
Vallejo conforma la tríada de grandes poetas que, tras el declive del
modernismo, lideraron la renovación de la lírica hispanoamericana del siglo XX.
Premio Nobel de literatura de 1990.
(2)
Nombre
local que se le da a la planta de Lavanda (lavándula
pyrenaica ).
(3)
Enfermedad
fúngica que sufren las encinas producida por
hongos del genero Diplodia.
(4)
Diccionario
Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, por Pascual Madoz. Rioja 1845-1850.
(5)
“Villarroya un pueblo de diestros abejeros”
de Carlos Ezquerro. Revista riojana de cultura popular Piedra de rayo, nº 17 julio 2005, pags.
56-68.
(6)
Catastro de Ensenada 1749-1756. Libro
de Respuestas Generales (pregunta 19).
(7)
Personajes
que aparecen en la obra “El Señor de los
Anillos”, Segunda Parte “Las dos Torres” de J.R.R.Tolkien.
(8)
J.R.R.Tolkien,
escritor británico de origen sudafricano, mundialmente conocido como autor de “El hobbit” (1937) y “El Señor de los anillos”
(1954-1955), un verdadero clásico de la literatura fantástica.
Abandona los amplios caminos que cuadriculan este bosque plano, de fácil despiste en días de niebla cerrada o de mirada ofuscada en el suelo, obsesionada en la búsqueda de los deseados frutos micológicos que este encinar propicia con aguas generosas, incluso rabiosas. Hasta cincuenta y dos especies de setas ha clasificado y fotografiado “el viajero” en una jornada con amigos que saben de estos menesteres y perderse con ellos en el fragor de este monte con magia es una delicia. Pero no es el día, hoy se adentra cauto en el paisaje, se mimetiza entre los “rosajos” (jaras de flor rosa), las jaras (las de flor blanca, hasta cuatro variedades diferentes), mejoranas o cantuesos, que son al comenzar este verano las golmajerías y supermercados para todo tipo de insectos, con sus gustos y especializaciones, como fueron en días primaverales los romeros, tomillos o las gayubas, por ello los villarroyanos, diestros en el manejo de las abejas, como les reconocía Pascual Madoz (4), aprovecharon las paredes arenosas y verticales de las yasas, venas del bosque, para excavar cuevas y construir en ellas colmenares muy singulares, que “el viajero” daba a conocer hace algunos años en la revista Piedra del Rayo (5), y lo señalaba también el Catastro del Marqués de la Ensenada (6).
Tampoco se detiene en los colmenares, el tiempo apremia, el bochorno se hace cada vez más evidente y antes debe participar en alguna de las asambleas de “Ents” (7) del “Carrascal” de Villarroya. Seguro que recordáis estos personajes… Fueron protagonistas destacados de la segunda parte de una famosa trilogía cinematográfica reciente…Y hacía años que los conocíamos los amantes de la literatura de J.R.R.Tolkien (8)… Exacto estoy hablando de los “Pastores de árboles” que aparecen en el “Señor de los anillos”… No. No creas que son fantasías, “el viajero” se encamina a una de esas reuniones, frecuentes en este bosque. No os puedo señalar en el mapa del recorrido los puntos asamblearios, pues aunque visibles,… no es sencillo participar en ellas, pues poder asistir requiere un esfuerzo de tu parte,… debes transformarte en bosque,…sentirte bosque… No somos tan diferentes… Y no lo dudes, entonces ellos saldrán a tu encuentro,… te costará diferenciarlos de las encinas más longevas, pero los reconocerás son especiales, en grupo, entablan interminables debates con parrafadas infinitas y concienzudas que deberás descifrar, y en solitario, declaman profundos soliloquios que te removerán la sabia.
Si te paras a escuchar, podrás pensar que estos gigantones arrugados, multibraquiales, estáticos y adormilados no te hacen caso,… seguramente no mucho, pero al cabo de un rato de observación serena, sin prisas, sin pretensiones,… de mirar con detalle sus torsos labrados, esculpidos, heridos por el tiempo, el rayo o el hombre, acabarás por escuchar sus voces únicas e incomparables. Diferenciarás con claridad sus controvertidos pensamientos acerca de su vecindad con los humanos: su incomprensión por el transito irresponsable y ruidoso con todo tipo de vehículos (a pesar de las prohibiciones) por este santuario de la Natura; el abandono de residuos dañinos o feos,… precisamente cuando el bosque se muestra más generoso; el olvido por parte de los humanos de un pastoreo racional y sostenible del mismo o de la benéfica apicultura… Te sumirás en una agradable ensoñación por sus melancólicas melodías, que ahora resuenan con nitidez en tu cabeza, sobre sus leyendas y pasiones que los “Ents” tararean nostálgicos… ¡Como se nos parecen,…y como los necesitamos…!
Tonos del encinar a comienzos del verano
¡¡Que pesadas comienzan a estar
las moscas…! Son las diez de la mañana y “el caminante”, en verano, abandona
sus ejercicios espirituales en el encinar, y marcha, garboso otra vez, de regreso a
Villarroya. Quiere buscar en la frescura
del patio las palabras que te motiven, si tú quieres, para emboscarte en este
espacio, más próximo al milenio que al centenario, y asistir a una asamblea de “Ents” en “Carrascal” de Villarroya.
Busca durante el recorrido las asambleas de "Entzs", son frecuentes en el "Carrascal" de Villarroya
Notas aclaratorias:
(1)
Estrofa
del poema “Noche de Verano” de
Octavio Paz. Escritor mejicano (1914-1998). Junto a Pablo Neruda y César
Vallejo conforma la tríada de grandes poetas que, tras el declive del
modernismo, lideraron la renovación de la lírica hispanoamericana del siglo XX.
Premio Nobel de literatura de 1990.
(2)
Nombre
local que se le da a la planta de Lavanda (lavándula
pyrenaica ).
(3)
Enfermedad
fúngica que sufren las encinas producida por
hongos del genero Diplodia.
(4)
Diccionario
Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, por Pascual Madoz. Rioja 1845-1850.
(5)
“Villarroya un pueblo de diestros abejeros”
de Carlos Ezquerro. Revista riojana de cultura popular Piedra de rayo, nº 17 julio 2005, pags.
56-68.
(6)
Catastro de Ensenada 1749-1756. Libro
de Respuestas Generales (pregunta 19).
(7)
Personajes
que aparecen en la obra “El Señor de los
Anillos”, Segunda Parte “Las dos Torres” de J.R.R.Tolkien.
(8)
J.R.R.Tolkien,
escritor británico de origen sudafricano, mundialmente conocido como autor de “El hobbit” (1937) y “El Señor de los anillos”
(1954-1955), un verdadero clásico de la literatura fantástica.