lunes, 1 de julio de 2013

Verano





Después de la empapada primavera, que no quería marcharse, no recuerdo una igual desde que los paisajes, además de disfrutarlos, empezaron a ocupar tiempo importante en mis pensamientos, y han trascurrido unas cuantas estaciones, el verano, espero que sea de los que no olvidaremos con facilidad.  Cada paisaje natural o humanizado, urbano o rural, salvaje o asilvestrado,… va a mostrar sus valores en plenitud y lucirá las mejores galas ornamentales: encontraremos que han surgido manantiales que ya no fluían y que sólo los más ancianos de cada espacio recordarán y describirán acompañados de jugosas historias que no deberíamos dejar que se vuelvan a olvidar; se mostrarán apabullantes y lujuriosas las floraciones habituales y brotarán en los paisajes de siempre ejemplares esquivos y exigentes, difíciles de observar; los jardines urbanos recuperarán la turgencia, frescura y vitalidad que el reseco de los años anteriores modelo en sus parterres, trazados con regla y compas, diseñados con ordenador y trabajados con manos mimosas y dedos sabios; veremos… Veremos que ocurre cuando tanta exuberancia, se agoste, hecho que está por venir, pues es su evolución natural, y lleguen los incendios, que es muy probable que también estén por venir, y la mayoría, lamentablemente, no por causas naturales o fortuitas…

¿Cómo responderán las administraciones competentes tan preocupadas por la austeridad, por el ahorro en medios humanos y materiales,… que no han dudado en recortar, entre otras muchas cosas, los contratos de retenes de lucha contra los incendios?

Estos grupos de trabajo, encargados de aclarar y desbrozar montes y cortafuegos, labores que dificultan la propagación del fuego en caso de producirse y facilitan la actuación contra el mismo, son así mismo la primera línea de intervención terrestre cuando se comunica que un incendio se ha producido.
De igual manera van a disminuir, como ya ocurriera el  año pasado, los dispositivos aéreos destinados a combatir los grandes incendios que pueden asolar nuestros paisajes este verano, si, como es previsible, los parámetros climáticos de temperaturas y precipitaciones son los normales en nuestro territorio…

¿¿Cuánto van a gastar entonces las diferentes administraciones para hacer frente a estos desastres, medioambientales y económicos, que son los incendios…??
 
 Espero ser un agorero… y equivocarme.