jueves, 21 de marzo de 2013

Primavera




Los paisajes y elementos que los componen tienen ya ganas de cambio, tan solo son necesarios ligeros estímulos para motivarse y romper la uniformidad del manto níveo. Renuevan sus esperanzas con la mayor luminosidad de los días de marzo, se revigoriza la sabia y comienza el brote de nuevas yemas en las ramas de árboles y arbustos,… o se inician las floraciones más atrevidas… Ha llegado la primavera.
El paisaje social, por el contra, permanece sumido en una gran tristeza anímica, que ronda la depresión en las comunidades ciudadanas, fruto de la falta de liderazgo político y la hartura que produce el sometimiento de quienes debieran ejercerlo a las interesadas, desalmadas y abusivas directrices económicas de las grandes entidades financieras, poderos fondos de inversión o multinacionales de todo genero.
La falta de expectativas laborales en todo el arco generacional, que se ceba con mayor crudeza en los jóvenes, el acogotamiento económico que asfixia a los más desprotegidos, la reducción premeditada y progresiva de la clase media a favor de una clase dirigente encastillada en sus feudos de poder y empeñada en el desprestigio de las instituciones democráticas y sociales, y de los servicios públicos garantes del estado de bienestar,… están propiciando el aumento de ciudadanos indignados y cada vez más concienciados de la necesidad de movilizarse…Único destello primaveral en el todavía invernal paisaje social.


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