Con el otoño han llegado las lluvias, unas temperaturas agradables las han acompañado y el frío, haciendo caso al refrán "por San Andrés la nieve en los pies", no ha querido ser protagonista de la estación.
¡¡¡Por fin!!!... ¡Un otoño normal!
Y como era de suponer una procesión de gente con la cesta en una mano, los más curiosos, otros muchos con bolsas grandes del supermercado, y en la otra mano la navaja bien afilada,... se ha de utilizar con rapidez y corte limpio, pues hay mucha competencia y no se puede perder tiempo,... hemos salido a recorrer todos los generosos y variados paisajes de nuestra geografía, recolectando...o acaparando este manjar de dioses, no solo ya de cesares,... en que hemos convertido a las setas.
Nuestro paso por los diferentes espacios naturales que transitamos en búsqueda de los preciados tesoros, me refiero a las setas estrella comestibles por supuesto, lejos de ser sensible y respetuoso con el paisaje y los elementos que lo componen, vivos o inertes, suele estar imbuida de prepotencia e ignorancia, que son compañeros habituales, y no nos duelen prendas en cortar, arrancar o pisar todo aquello que se interponga o frene nuestro propósito acaparador de los hongos o setas objeto de nuestra atención. Nada diferente a lo que hacen los poderes económicos, políticos, religiosos,... con las personas... Nosotros ejercemos el poder frente a una naturaleza que se nos muestra paciente, muy acogedora, que ofrece su imagen más atractiva y sensual,... y además apetitosa.
Así constatamos con tristeza, en ocasiones con irritación, como, en el afán de sustraer la mayor cantidad de setas y con más rapidez (...el tiempo es oro y evita que otro se adelante), no se duda en levantar los mantillos de turbas y hojarasca, creados en años, en grandes extensiones e incluso con medios mecánicos, en lugar de hacerlo con mimo y cuidado, con las manos, para no dañar los micelios y el microecosistema que los contiene, y procurando reponerlo en la medida de lo posible... No,...no para evitar que otro sepa que allí hemos recolectado algún ejemplar de seta, sino porque se lo debemos al paisaje, a la naturaleza, a las siguientes generaciones.
Con frecuencia nos encontramos ejemplares de la preciosa, y muy sabrosa, Amanita rubescens arrancada o pisada, por confundirla con la igualmente preciosa y muy toxica, Amanita pantherina... Lo mismo ocurre con muchas de las setas que embellecen los bosques, sotos o praderas,... algunas acaban cortadas por error o curiosidad y arrojadas después por desconocimiento o rabia de no encontrar la seta que motivó la búsqueda,... otras muchas pateadas o aplastadas con desden por no pertenecer al selecto "grupo de las nominadas" por los gourmets o las modas...
Dejamos los paisajes desolados cuando se corre la voz "están saliendo setas", enseguida, publicaciones, programas de radio y televisión se hacen eco de la noticia, la "Fiebre de las setas de oro" se instala y extiende como la gripe, y me río yo de la gripe... Somos incorregibles, mejor imperdonables, nunca vamos a entender que el equilibrio es necesario,... que todos podemos disfrutar de todo,... que la naturaleza no es rencorosa, y sí poderosa, una y otra vez renace de los desastres que le infringimos y nos sigue regalando sus mejores frutos y energías,... Pero la naturaleza no es infinita, si no la respetamos... se agotara.
Dejamos los paisajes desolados cuando se corre la voz "están saliendo setas", enseguida, publicaciones, programas de radio y televisión se hacen eco de la noticia, la "Fiebre de las setas de oro" se instala y extiende como la gripe, y me río yo de la gripe... Somos incorregibles, mejor imperdonables, nunca vamos a entender que el equilibrio es necesario,... que todos podemos disfrutar de todo,... que la naturaleza no es rencorosa, y sí poderosa, una y otra vez renace de los desastres que le infringimos y nos sigue regalando sus mejores frutos y energías,... Pero la naturaleza no es infinita, si no la respetamos... se agotara.
Las setas y los hongos son las joyas que utilizan los paisajes para días especiales, momentos del calendario natural que resultan mágicos, en los que confluyen circunstancias muy diversas y se activan claves que no resultan fáciles de descifrar, aunque parámetros como la temperatura y la humedad siempre deban acudir a la cita... He tenido la suerte de contar con muy buenos padrinos para acudir a estos encuentros, con ellos he conocido la magia de la micología, el buen hacer de los orfebres y joyeros naturales, el gusto duende de los estilistas emboscados, el diseño matemático de los sabios ocultos en sus madrigueras,... que hacen posible tanta perfección y tanta diversidad.
Gracias amigos. Gracias por enseñarme a recolectar y no a sustraer setas,... a ver a través del objetivo de la cámara fotográfica tanta belleza, tan efímera y susceptible de ser destruida,... a conocer otros misterios y secretos de la naturaleza que me permiten admirarla todavía más.
En la próxima campaña de la "Fiebre de las setas de oro" recordad que además de la cesta y la navaja podéis añadir a vuestro taleguillo, papel y lapices de colores o una pequeña cámara fotográfica,... si, almuerzo también,... incluso una lupa, sentiréis que un nuevo mundo micológico está esperando ser descubierto.
No os importe recolectar menos setas, hay suficientes para todos,... no pretendáis acaparar sino disfrutar,... descubrir y conocer resulta un manjar delicioso...
No podemos hacer, también de esto, un pemanente negocio, una competición por ver quien sustrae más de la generosa naturaleza...
Las setas y los hongos, como otras muchas cosas, si no las disfrutamos de forma sostenible desaparecerán.
Hola Carlos:
ResponderEliminarSoy lector habitual del blog y no puedo dejar de felicitarte por una reflexión tan interesante.
Es realmente preocupante esta fiebre por las setas. Algunos ven € por el suelo, otros una oportunidad de fardar en el bar. Y mientras, cada temporada de setas es más nefasta para el medio: coches que entran hasta el setal, setas pisoteadas, suciedad por todos lados... Y los medios de comunicación echando leña al fuego con abundantes imágenes y reportajes de cestas repletas.
Para quienes disfrutamos todo el año de la naturaleza es tristísimo ver lo que se ve otoño. Como tu bien dices, la gente tiene que aprender ya a "recolectar y no a sustraer setas".
Un cordial saludo.
Hugo Fdez.
Gracias por acercarte a las entradas de este blog, espero que mientras recorres virtualmente sus espacios, la naturaleza y los paisajes recreen de sensaciones tu pensamiento.
EliminarEspero que la comunicación de las ideas que rondan en nuestras cabezas, nos ayuden a entender, que aunque seamos pocos no estamos solos, que es imprescindible que en la medida de nuestras posibilidades hagamos participes a los que nos rodean de nuestras inquietudes y preocupaciones.