domingo, 11 de marzo de 2012

Noticias que nos importan: La huerta del Abuelo Angel


 Cada año, por navidad, Paula me obsequia con un esplendido "cardo rojo" de los que cultivan con mimo los hortelanos de las tierras altas de Agreda, siempre acariciadas por los fríos brazos del Moncayo. He disfrutado mucho al paladearlo como ensalada, tierno y crujiente, o sentir como se deshacía en la boca dejando el recuerdo de su textura original, acompañado con una ligera bechamel de almendras. Delicioso. Pero todo esto no dejaría de ser anecdótico, otra joya más de nuestra rica gastronomía, y no hubiera aparecido en el blog, si ella no me hubiera contado con emoción que era su "Yayo Ángel", con muchas lunas vividas,  el que hacía posible que durante todo el año tuviesen en la cocina sabrosas verduras y hortalizas, fruto del trabajo de sus sabias y experimentadas manos.


 Son estas huertas familiares que todavía se conservan en torno al Río Queiles, pequeños archivos en los que se ha guardado el conocimiento acumulado en materia de horticultura desde el "periodo califal" hasta el "Abuelo Ángel". En esas pequeñas bibliotecas verdes, que son los huertos de Agreda, se encontraba el secreto, la alquimia y los alquimistas que trasmitieron hasta Ángel Rubio Omeñaca, el "Abuelo Ángel" y otros, el cultivo de los "cardos rojos".


Los cardos permanecerán enterrados directamente en unos tapiales de tierra de casi metro y medio de altura, aguantando así los rigores del invierno de estas tierras al amparo del Moncayo. Qué importante es rescatar del olvido estas técnicas agrícolas y estas especies endémicas, presentarlas como agriculturas alternativas, sostenibles y respetuosas con el medioambiente. Estos "cardos rojos" sí pueden ayudar a salir de "la crisis", es hora de que nos quitemos el complejo que padecemos  por tener menos patentes industriales que otros países europeos, la gran variedad y calidad de nuestros productos agrícolas, así como la industria de transformación, conservación, almacenaje y distribución de los mismos, que además son tecnologías e investigaciones en las que somos muy buenos, por no decir los mejores, es uno de los potenciales que nos deben hacer sentir orgullo de nuestra historia  y del futuro de las jóvenes generaciones.




 ¡Gracias "Abuelo Angel"! Gracias por mantener viva tu huerta, por enseñarnos tu forma de trabajarla, por mostrarnos el mimo con el que tus manos tratan las frutas, verduras y hortalizas,... y gracias, muchas gracias por enseñarnos esa pequeña obra de arte que es tu preciosa huerta.



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