viernes, 8 de marzo de 2013

Los Carnavales de Enciso: una estampa de antaño

Creativo paisaje de Carnaval en el medio rural

 

 

El día 16 de febrero, pasado el martes de carnestolendas y dirimida la batalla entre Don Carnal y Doña Cuaresma en favor de la última, con la ceniza impuesta “… polvo eres y en polvo te convertirás”,… y entre temporal y temporal de nieve, ya en cuaresma, han vuelto a recorrer las calles, plazas y rincones de Enciso los personajes tradicionales del carnaval. 

  
Esa tarde nos encontramos con aquellos que buscaban la conjura de los miedos ancestrales: osos iracundos a los que se oponían muchachos armados con verduras y apoyados por los hombres ciervo o los machos cabrios; los hombres huerta llegados de la rivera para ahuyentar pedriscos y huracanes nacidos en las quebradas de la sierra… Nos sorprenden comparsas que hacen chanzas sobre personajes de actualidad, ironizan con temas sociales o transforman en filosofía la gamberrada. 

 
Ocultos tras la mascara pretenden sacar los colores a los dirigentes que mueven los hilos del poder y animar a los gentiles que los padecen: los boteros y percalinas llegaron del recuperado carnaval de Cornago, celebrado en las fechas habituales, un grupo sanitario simula un parto en la denostada sanidad publica o el llamativo mamarracho que cisca de harina a quienes se les acerca…


Nos hemos sentido a gusto participando en la recuperada manifestación carnavalea de Enciso, y me preguntaba, si como decía el historiador Julio Caro Baroja en su ensayo El Carnaval, “…mientras el hombre ha creído que, de una forma u otra su vida estaba sometida a fuerzas sobrenaturales o praeternaturales, el carnaval ha sido posible. Desde el momento en que todo se reglamenta hasta la diversión siguiendo criterios políticos y concejiles, atendiendo a ideas de «orden social», «buen gusto», etc., etc., el Carnaval no puede ser más que una mezquina diversión de casino pretencioso. Todos sus encantos y turbulencias se acabaron. Sin embargo, el Carnaval merece respeto,…”   

 
Tenía serias dudas de que en estos tiempos oscuros que atenazan el ánimo de los ciudadanos, no vuelva a tener sentido el Carnaval. ¿No es cierto que vuelven a sentirse en nuestra sociedad miedos atávicos a seres o entidades que dicen que existen,… más nadie les pone cara? Grupos mercantiles o financieros que exigen sacrificios de sangre en el ara… del déficit, la deuda o la prima de riesgo, y su insaciable apetito devora, como siempre, a los más débiles. Y que miedo dan los nuevos Torquemadas, dispuestos a imponer a todos su trasnochada y rancia moralidad…


Terminó la tarde con la quema de los “judas” o “peleles” y con ellos, los miedos, las angustias o frustraciones que atenazan el ánimo. Liberamos el alma por lo menos durante unas horas y reconfortamos el cuerpo al paladear un exquisito chocolate.



Si, creo que vuelven a tener sentido los dispendios y sátiras carnavaleas.